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versos de una niña que dibuja

Eugenia Hadandoniou

Gráfica Valeria Uehara

Fotos lluvia
www.despuesdeunalluvia.tk


son cinco latidos en este cuerpo

uno para cada sentido

cuando cae la noche y se arrima el día


veo tu figura asomando los aullidos

que alguna vez me dejaron

quieta

en el rincón

del

pasado

el primero es silencio

casi antiguo en las cavernas

el segundo tiene premura de salir corriendo

escapando de l/oscuro

cuando intento el tercero

me quedo entre las

sábanas gimiendo

a cada uno de los que faltan

casi no los cuento

se quedan al costado

como esperando el turno

de ser percibidos

esta mañana tuve dolores agudos

en las piernas

más tarde

no pude sentirlas de nuevo

se vuelan las cartas

de las manos corredizas

palabras se escapan

quedan cinco

miedo corazón lunar azulejo rejilla

combinadas pueden ser distintas

tengo corazón de miedo en la rejilla

que asoma por el lunar de mi azulejo

o podría decir

la rejilla del miedo lunar alcanza

para el corazón de azulejo

o simplemente matarlas

no/miedo ni sangre ni corazón sin rejillas

lunar de azulejo roto

lejos el mar son de mejillas

en la mirilla del modo nuevo

¿por qué deben usar siempre pantalones?

¿los muchachos en las plazas

y en las iglesias?

¿en las casas y en los funerales?

¿en los cumpleaños y en las universidades?

¿cuál es tu peso ideal?

¿estás en forma?

¿cuál es tu forma?

¿qué te forma?

¿los ideales?

¿las camisas y la suela de tus zapatos?

¿el perfume de tu cocina?

¿el cabello brillante y las uñas limpias?

¿un producto renovador del cuerpo entero?

los pisos en declive atraen el agua podrida

de callejones ocultos

las cañerías que se rompen

y la luz que se corta

hecatombe antes del aullido

del silencio final

parabrisas enloquecidos con el viento

y algunas canciones en mis oídos anticipando

el climax de la naturaleza

¿por qué siempre pagar con dinero?

de ladrillos las casas

de carne la comida

una vez le pusieron Lucía a una gallina

era mi mascota preferida

al mes la cocinaron para la cena…

nunca más comí carne mía o ajena

en las llantas se pegan clavos oxidados

por el sol

o la lluvia

corroe la naturaleza si no la seguimos

pasos agigantados van comiendo el destino

esto parece el Apocalipsis

es que la transmutación

viene después

del desperdicio

los pechos hervidos de leche nueva

piden auxilio por salir

son mariposas a las que se le asoman

las alas en cárceles opuestas

romper a veces es rearmar el pasado

solucionar los olvidos

reencontrar el verso

utilizar acciones secuestradas

por la costumbre

y descabellarlas en la esquina

extirparle de dentro las entrañas,

dar vuelta la bolsa de encimas

mutar el camino

cruzar otras veredas y fatigarse

de cambio de renovación de limpieza

sacudir el bolso del cerebro

en los contenedores

comerse los miedos

extirpar las constantes

sublevarse ante la quietud de la muerte

transformar el agua en vino

para alimentar la alegría

y las quinientas heridas

canjearlas por bienvenidas

ser ya es bastante

a veces escondido

en la ultratumba de las evasiones

las piernas ahora son alas

transparentes alas azules

cubiertas de hendijas

durarán poco

la lluvia trae presagios nuevos y enteros

con el pegamento recién puesto

húmedo aún de risas y caricias

para lavar los sueños

las pesadillas

intuitivamente reconozco el olor

de la tierra cuando pide al cielo el agua

cuando se viene la tormenta

y es lejano el abismo

los perros no quieren cruzar

el tren se avecina inesperadamente

repleto de ojos y propinas

en una ventana la mano de una niña dibuja

lo nuevo

es sombra de mentiras.



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